Clinical Reference Systems: Pediatric Advisor 10.0
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Disciplina: Principios Basicos
(Discipline Basics)
DefiniciÛn
El primer objetivo de la disciplina es proteger a su hijo
del peligro. Otro objetivo muy importante es enseÒarle a
distinguir entre el bien y el mal. La buena disciplina
gradualmente convierte a un niÒo egoÌsta en un adulto maduro
que es considerado y respetuoso con los dem·s, seguro de sÌ
mismo sin ser hostil, y en pleno control de sus impulsos.
El establecimiento de lÌmites razonables nos evita criar a
un niÒo "mimado". La palabra "disciplina" significa
"enseÒar". No significa "castigar".
Para enseÒarle a su hijo a respetar los derechos de los
dem·s, ensÈÒele primero a respetar los derechos de los
padres. Los hijos necesitan padres que "estÈn en control".
Inicie los controles externos cuando su hijo tenga 6 meses
de edad. Los niÒos empiezan a desarrollar controles
internos (autocontrol) a los 3 Û 6 aÒos de edad y siguen
necesitando controles externos, en medida gradualmente
decreciente, durante toda la adolescencia.
Si su hijo tiene varios problemas de disciplina o est· fuera
de control, empiece a leer la SecciÛn titulada: "CÛmo
iniciar un programa de disciplina". Si usted quiere
aprender m·s acerca de la disciplina normal, pase
directamente a la SecciÛn titulada: "GuÌas generales para el
establecimiento de reglas".
CÛmo iniciar un programa de disciplina
- Haga una lista de los problemas de conducta de su hijo.
øQuÈ quiere cambiar? Durante los prÛximos 3 Û 4 dÌas
observe y anote cu·les son las caracterÌsticas
inapropiadas o molestas del comportamiento de su hijo.
- Establezca prioridades para corregir los problemas de
conducta.
En algunos casos el mal comportamiento requiere atenciÛn
inmediata; por ejemplo, un comportamiento que pueda
causar daÒo a su hijo o a otros. Hay ciertos
comportamientos que son demasiado molestos o
desagradables para ser ignorados (tal como no querer
acostarse). Otros tipos de comportamiento fastidioso
(tal como el negativismo, o sea decir "no" siempre entre
los 2 y 3 aÒos de edad) son normales y deben ser
tolerados. Algunas familias con un niÒo que est· fuera
de control tienen demasiadas reglas, y es necesario que
piensen cu·les problemas de conducta pueden ser
tolerados.
- Formule las reglas de la casa con respecto a los tipos
m·s importantes de mal comportamiento.
Vea la SecciÛn titulada: "GuÌas generales para el
establecimiento de reglas".
- Decida quÈ castigo usted impondr· para cada tipo de mal
comportamiento.
Todo comportamiento, bueno y malo, es afectado en gran
parte (o dictado) por las consecuencias. Si la
consecuencia es agradable (por ejemplo, una recompensa o
elogio) es m·s probable que el niÒo repita ese
comportamiento. Si la consecuencia es desagradable (un
castigo) es menos probable que el niÒo vuelva a hacer lo
mismo.
Los niÒos pequeÒos generalmente no responden a los
sermones o recordatorios. Los actos son m·s eficaces
que las palabras. Los actos m·s eficaces son no hacer
caso del mal comportamiento, indicarle al niÒo un
comportamiento m·s apropiado o darle una suspensiÛn
temporal.
Para informaciÛn adicional sobre las formas de castigo,
vea la SecciÛn titulada: "TÈcnicas disciplinarias".
- Suspenda temporalmente los castigos fÌsicos.
Casi todos los niÒos que est·n fuera de control ya son
demasiado agresivos. El castigo fÌsico les enseÒa que
est· bien ser agresivo (por ejemplo, golpear o lastimar
a otra persona) para resolver los problemas.
- Deje de gritar.
Levantar la voz y gritar le enseÒan a su hijo a
contestar de la misma manera; al hacerlo, usted hace
legÌtimas las competencias de gritos. Por sus gritos,
su hijo percibir· que usted no se siente en control de
la situaciÛn. A menudo, los gritos aumentan el
desacuerdo y lo convierten en una batalla declarada. A
la larga, su hijo responder· mejor a un tono de voz
agradable y a las palabras diplom·ticas.
- No lleve a su hijo a lugares p™blicos hasta que su
comportamiento en casa estÈ bajo control.
En general, los niÒos que se portan mal son m·s
difÌciles de controlar en un centro comercial o un
supermercado que en casa. Cuando tenga que ir a estos
lugares, deje a su hijo con una niÒera (babysitter) o
con su esposo.
- Tome descansos diarios en la supervisiÛn de su hijo.
PÌdale a su esposo que se encargue de la supervisiÛn y
disciplina de su hijo por unas cuantas horas. Si esto
es imposible, contrate a una adolescente varias veces
por semana para que cuide a su hijo mientras usted sale.
Haga tambiÈn una "cita" para salir una noche a la
semana con su esposo o alguna amiga.
- Confirme y elogie el progreso de su hijo.
Los niÒos responden mejor a la disciplina si Èsta
proviene de personas que los aman y a quienes ellos
desean complacer. Todos los niÒos necesitan diariamente
elogios, sonrisas y abrazos. ProporciÛnele a su hijo
esta mayor atenciÛn cuando no la est· pidiendo,
especialmente si se est· portando bien. EsfuÈrcese
especialmente para notar las ocasiones en que su hijo se
est· portando bien. Si cada dÌa su hijo recibe m·s
comentarios negativos y crÌticas que respuestas
positivas, usted tendr· que restablecer el equilibrio
emocional sano disminuyendo el n™mero de reglas,
criticando menos a su hijo y d·ndole m·s elogios y
afecto. Muchos expertos consideran que se necesitan
varios contactos positivos para contrarrestar un
contacto negativo. (Para obtener informaciÛn adicional,
vea la SecciÛn titulada: "GuÌas generales para el
refuerzo positivo".)
- Ay™dele a su hijo a tener una imagen positiva de sÌ
mismo.
La imagen que su hijo tiene de sÌ mismo es m·s
importante que su grado de disciplina. No hable en
presencia de su hijo sobre sus problemas de disciplina y
sobre lo preocupada que usted est· por ese motivo.
CorrÌjalo con bondad. A veces, empiece su correcciÛn
diciendo: "Lo siento, pero no puedo dejar que t™..." No
designe a su hija o hijo como una "niÒa mala" o un "niÒo
malo". DespuÈs de que termine el castigo, dÈle la
bienvenida otra vez en el cÌrculo familiar, diciÈndole
que todo est· perdonado.
GuÌas generales para el establecimiento de reglas
- Inicie la disciplina aproximadamente a los 6 meses de
edad.
Los reciÈn nacidos no necesitan ninguna disciplina. Sin
embargo, a partir de los 6 meses, los padres pueden
empezar a aclarar sus propios derechos. Si el niÒo le
dificulta el cambio del paÒal porque patalea y se mueve
mucho, usted puede decirle firmemente: "No, ay™dale a
mam· a cambiarte el paÒal". Para los 8 meses de edad,
los niÒos necesitan reglas para su propia seguridad.
- Exprese cada mal comportamiento mediante una regla clara
y concreta.
Su hijo puede no entender descripciones vagas de mal
comportamiento, tales como "hiperactivo",
"irresponsable" o "malicioso". Cuanto m·s pequeÒo sea
el niÒo, tanto m·s concreta debe ser la regla. Algunos
ejemplos de reglas claras son: "No empujes a tu
hermano" y "No me interrumpas cuando hablo por
telÈfono".
- Exprese tambiÈn el comportamiento que usted considera
aceptable, deseado, adaptable y apropiado.
Su hijo debe saber lo que usted espera de Èl. Algunos
ejemplos son: "Juega con tu hermano", "Mira alg™n libro
mientras yo estoy hablando por telÈfono" o "Camina, no
corras". Haga que sus elogios del buen comportamiento
sean especÌficos; por ejemplo, "Gracias por estarte
quieto".
- No haga caso del mal comportamiento de poca importancia
o consecuencia.
Cuantas m·s reglas tenga, tanto menos probable es que su
hijo las obedezca. Por lo general, la crÌtica constante
no da buenos resultados. Comportamientos tales como
hacer oscilar las piernas, tener malos modales en la
mesa o tener la costumbre de contestar negativamente no
tienen importancia durante los primeros aÒos.
- Adopte reglas que sean justas y que su hijo pueda
respetar.
Las reglas deben adaptarse a la edad de su hijo. Un
niÒo no debe ser castigado por torpeza cuando estÈ
aprendiendo a caminar, ni por mala pronunciaciÛn cuando
estÈ aprendiendo a hablar. Adem·s, no debe castigarse a
un niÒo por el comportamiento que es parte del
desarrollo emocional normal, tal como chuparse el dedo,
el temor de ser separado de sus padres y los accidentes
en el aprendizaje de la higiene personal.
- ConcÈntrese inicialmente en dos o tres reglas.
Asigne m·xima prioridad a las cuestiones de seguridad,
tales como no salir a la calle corriendo, y a evitar los
daÒos a otras personas. Luego, sigue en importancia el
comportamiento que podrÌa causar daÒos materiales.
DespuÈs vienen todos los comportamientos molestos que a
usted le exasperan.
- Evite tratar de modificar con castigos un comportamiento
"imposible de corregir".
El "comportamiento imposible de corregir" es el
comportamiento que generalmente no puede ser controlado
por el padre o madre si el hijo decide continuarlo.
Algunos ejemplos son orinarse, tirarse el cabello,
chuparse el dedo, hacer oscilar el cuerpo, masturbarse,
no comer lo suficiente, no irse a dormir y no querer
hacer las tareas escolares. El primer paso para
resolver este tipo de conflicto es retirarse del mismo y
dejar de castigar a su hijo por el mal comportamiento.
Luego, cuando su hijo se porta como usted quiere,
proporciÛnele refuerzo positivo, tal como un elogio.
(Vea la SecciÛn titulada: "GuÌas generales para el
refuerzo positivo".)
- Aplique las reglas en forma firme y regular.
Una vez que los padres se ponen de acuerdo sobre las
reglas, puede ser ™til escribirlas y colocarlas en un
lugar bien visible en la casa.
TÈcnicas disciplinarias (incluyendo mÈtodos de castigo)
- Resumen de las tÈcnicas que deben emplearse a diferentes
edades
Las tÈcnicas mencionadas aquÌ se describen m·s
ampliamente despuÈs de esta lista.
- Del nacimiento a los 6 meses: la disciplina no es
necesaria.
- De los 6 meses a los 3 aÒos de edad: estructuraciÛn
del ambiente domÈstico, distracciÛn, pasar por alto,
desaprobaciÛn verbal y no verbal, direcciÛn manual y
suspensiÛn temporal.
- De los 3 a los 5 aÒos de edad: las tÈcnicas
anteriores (especialmente la suspensiÛn temporal),
m·s las consecuencias naturales, restricciÛn de los
lugares donde el niÒo puede portarse mal y
consecuencias lÛgicas.
- De los 5 aÒos a la adolescencia: las tÈcnicas
anteriores m·s el retardo de un privilegio, mensajes
de "yo", negociaciÛn y conferencias familiares.
Puede discontinuarse la estructuraciÛn del ambiente
y la distracciÛn.
- Adolescencia: consecuencias lÛgicas, mensajes de
"yo", y conferencias familiares sobre las reglas de
la casa. Para cuando su hijo se convierta en
adolescente, deber· dejar de usar la direcciÛn
fÌsica y las tÈcnicas de suspensiÛn temporal.
- EstructuraciÛn del ambiente domÈstico
Usted puede modificar el ambiente que rodea a su hijo a
fin de eliminar objetos o situaciones que podrÌan causar
problemas. Algunos ejemplos son: poner fuera de su
alcance los objetos rompibles, cercar el patio, colocar
barreras protectoras, poner cerraduras en un escritorio
especial o cerrar con llave ciertas habitaciones.
- DistracciÛn de su hijo cuando se estÈ portando mal
Distraer de la tentaciÛn a un niÒo pequeÒo llamando su
atenciÛn hacia alguna otra cosa resulta especialmente
™til cuando el niÒo est· en una casa ajena, en el
consultorio de un mÈdico o en una tienda. En esos
lugares serÌa difÌcil emplear otras opciones
disciplinarias (tal como la suspensiÛn temporal).
TambiÈn conviene que le dÈ a su hijo algo para
distraerlo y evitar que cause problemas si usted va a
estar ocupada en casa con invitados, hablando por
telÈfono o alimentando a su bebÈ. La mayorÌa de los
niÒos pueden ser distraÌdos con juguetes o alg™n
alimento. Para capturar la atenciÛn de los niÒos en
edad escolar pueden necesitarse libros, juegos u otras
actividades. La distracciÛn tambiÈn se llama
"desviaciÛn de la atenciÛn" o "cambio de direcciÛn".
- Pasar por alto el mal comportamiento
No hacer caso ayuda a interrumpir el comportamiento
inaceptable pero inofensivo (tal como las rabietas, el
mal humor, los lloriqueos, los altercados y las
interrupciones). La forma apropiada de pasar por alto
este comportamiento es alejarse del niÒo, darle la
espalda, evitar el contacto visual e interrumpir
cualquier conversaciÛn con su hijo. No haga caso a las
protestas o excusas. Algunas veces tendr· que alejarse
del lugar donde su hijo se est· portando mal. La
tÈcnica de pasar por alto un comportamiento tambiÈn
recibe el nombre de extinciÛn.
- DesaprobaciÛn verbal y no verbal
A menudo, todo lo que se requiere para interrumpir el
mal comportamiento de un niÒo pequeÒo es una leve
desaprobaciÛn. AcÈrquese a su hijo, establezca contacto
visual, adopte un aspecto decidido y serio, y dÈle una
orden breve y directa, tal como "No" o "°Basta!" Ya que
est· cerca del niÒo, usted puede hablar en un tono de
desaprobaciÛn, pero suave. MuÈstrele al niÒo lo que
usted quiere que haga. Si quiere, puede subrayar que
est· hablando en serio, sacudiendo su dedo o apuntando
con el mismo. El error m·s com™n que cometen los padres
cuando emplean esta tÈcnica es sonreÌr o reÌr.
- DirecciÛn manual (sacarlo o moverlo fÌsicamente)
"DirecciÛn manual" significa que usted lleva al niÒo de
un lugar a otro contra su voluntad. Algunas veces, los
niÒos deben ser llevados fÌsicamente desde un lugar donde
est·n causando problemas hasta una silla, para una
suspensiÛn temporal. Otras veces deben ser llevados a la
cama, al baÒo o al automÛvil, si se niegan a hacerlo por
sÌ mismos. Lleve a su hijo de la mano o tom·ndolo del
antebrazo. Si se niega a ser conducido, lev·ntelo en
peso tom·ndolo por detr·s y llÈvelo.
- SuspensiÛn temporal o aislamiento social
La suspensiÛn temporal saca al niÒo de la escena del
comportamiento inaceptable hacia un lugar aburrido (por
ejemplo, un corralito, un rincÛn, o la rec·mara). La
suspensiÛn temporal es la tÈcnica disciplinaria m·s
eficaz de que disponen los padres para disciplinar a los
bebÈs y niÒos pequeÒos que se portan mal. Las
suspensiones temporales deben durar aproximadamente un
minuto por cada aÒo de edad, y nunca deben durar m·s de
5 minutos.
- Consecuencias naturales
Al experimentar las consecuencias naturales de sus
propias acciones, debidas a las leyes naturales del
mundo fÌsico, su hijo aprende a portarse bien. Por
ejemplo: llegar tarde a la cena significa que la comida
estar· frÌa; no vestirse en forma apropiada de acuerdo
al tiempo que haya significa que su hijo tendr· frÌo o
se mojar·; no ponerse los mitones para ir a jugar en la
nieve significa que tendr· las manos frÌas; correr sobre
el hielo puede causarle una caÌda; ponerse arena en la
boca produce un sabor desagradable; romper un juguete
significa que ya no ser· divertido jugar con Èl; y
acostarse tarde significa estar soÒoliento por la
maÒana. Aunque es muy ™til que los niÒos aprendan de
sus errores, es importante que no se les permita hacer
alguna cosa que pueda lastimarlos a ellos o a otras
personas, como por ejemplo, jugar con fÛsforos o correr
en la calle.
- RestricciÛn de los lugares donde el niÒo puede portarse
mal
Esta tÈcnica es especialmente ™til para los problemas de
la conducta que no pueden ser eliminados. Permitir un
mal comportamiento como meterse el dedo en la nariz y
masturbarse en su cuarto evita un conflicto innecesario.
Los juegos tumultuosos o bruscos pueden ser permitidos
sÛlo fuera de la casa. Durante el invierno, usted puede
permitir que su hijo ande en triciclo ™nicamente en el
sÛtano.
- Consecuencias lÛgicas
Las consecuencias lÛgicas son las que usted le impone a
su hijo como resultado de su mal comportamiento. Estas
consecuencias deben estar relacionadas lÛgicamente con
el mal comportamiento, haciendo al niÒo responsable de
sus problemas y decisiones. Muchas consecuencias
lÛgicas son simplemente la privaciÛn temporal de alguna
posesiÛn o de alg™n privilegio. Algunos ejemplos son:
quitarle los juguetes o l·pices de color si el niÒo los
usa incorrectamente, no reemplazar un juguete perdido,
no reparar un juguete roto, enviar a su hijo a la
escuela vestido parcialmente si no quiere vestirse solo,
hacerle limpiar la leche que derramÛ o el piso que
ensuciÛ con barro, hacerle lavar la ropa interior que
ensuciÛ y apagar la televisiÛn si los niÒos se est·n
peleando a causa de ella. Adem·s, su hijo puede perder
temporalmente sus privilegios de ver televisiÛn, usar el
telÈfono, ir de compras, andar en bicicleta y usar el
automÛvil si abusa de ellos. En la escuela, el maestro
proporcionar· consecuencias lÛgicas apropiadas si su
hijo no completa sus tareas escolares.
No castigue a sus hijos priv·ndolos de cosas b·sicas
indispensables, tales como una comida; de actividades
organizadas con grupos tales como un equipo deportivo o
una tropa de niÒos exploradores; o de alg™n evento que
su hijo ha estado esperando por mucho tiempo, como por
ejemplo, ir al circo.
- Retardo de un privilegio
Esta tÈcnica consiste en pedirle a su hijo que termine
una actividad que le gusta menos antes de que pueda
hacer otra que le gusta m·s ("primero el trabajo y luego
la diversiÛn"). Algunos ejemplos son: "DespuÈs de
limpiar tu cuarto, puedes salir a jugar"; "Cuando
termines la tarea, puedes ver la televisiÛn"; y "Cuando
hayas probado toda la otra comida, puedes comer el
postre".
- Mensajes de "yo"
Cuando su hijo se porta mal, explÌquele cÛmo se siente
usted. DÌgale: "Estoy enojada" o "Me molesta cuando
haces tal y tal cosa". Es m·s probable que su hijo la
escuche y responda positivamente si usa este enfoque y
no si todo lo que le dice empieza con "t™". Los
mensajes de "t™" generalmente desencadenan una reacciÛn
defensiva.
- NegociaciÛn y conferencias familiares
A medida que los niÒos crecen, necesitan m·s
comunicaciÛn y conversaciones con sus padres acerca de
los problemas. Uno de los padres puede iniciar tal
conversaciÛn diciendo: "Necesitamos cambiar estas
cosas. øPor dÛnde quieres empezar?" TambiÈn es ™til
tener conversaciones en las que participa toda la
familia (conferencias familiares).
GuÌas generales para aplicar los castigos
- No sea ambivalente.
PropÛngase hacer lo que diga. Sea decidida y firme.
- Corrija con amor.
Hable a su hijo en la forma en que usted quiere que
otras personas le hablen a usted. Evite recurrir a los
gritos o emplear un tono de voz irrespetuoso. Por
ejemplo, dÌgale suavemente: "Lamento que hayas salido
del patio. Ahora debes quedarte en la casa".
- DÈle una advertencia o aviso recordatorio antes de
castigarlo.
Si usted est· segura de que su hijo comprende la regla,
esta advertencia es innecesaria y usted puede castigarlo
sin advertencia previa. Si su hijo no deja de hacer lo
que est· haciendo, aseg™rese de aplicar el castigo en
lugar de simplemente repetir las amenazas de hacerlo.
- Castigue a su hijo si es claro que tiene intenciÛn
agresiva.
Detenga a su hijo antes de que lastime a alguien o que
cause alg™n daÒo. Un ejemplo serÌa si usted ve que su
hijo levanta un juguete para golpear a un compaÒero de
juegos.
- Aplique el castigo inmediatamente.
Los castigos diferidos son menos eficaces porque los
niÒos pequeÒos olvidan la razÛn por la que se les est·
castigando. El castigo debe tener lugar muy pronto
despuÈs del mal comportamiento y debe ser aplicado por
el adulto que lo presenciÛ. Una excepciÛn para los
niÒos mayores de 4 Û 5 aÒos es cuando se portan mal
fuera de casa, donde es difÌcil castigarlos. Puede
poner marcas en la mano de su hijo con un marcador o
bolÌgrafo para indicar el n™mero de castigos que
recibir· cuando lleguen a casa. Los castigos pueden ser
5 minutos de suspensiÛn temporal Û 30 minutos
descontados del tiempo para ver la televisiÛn, por cada
marca.
- Cuando castiga a su hijo, haga un comentario de una sola
frase acerca de la regla.
Evite un discurso largo.
- No haga caso de los argumentos de su hijo mientras lo
est· corrigiendo.
Esto es algo que los niÒos utilizan para retardar el
castigo. Tenga una pl·tica con su hijo despuÈs, en un
momento m·s agradable. Especialmente cuando tienen
menos de 3 aÒos de edad, los niÒos entienden
principalmente las acciones, no las palabras.
- Haga que el castigo sea breve.
Retire los juguetes de la circulaciÛn durante 1 Û 2 dÌas
como m·ximo. Las suspensiones temporales no deben durar
m·s de 1 minuto por cada aÒo de la edad del niÒo.
- Haga que el castigo sea proporcionado al mal
comportamiento.
Trate tambiÈn de hacer que el castigo estÈ relacionado
con el mal comportamiento.
- DespuÈs del castigo, exprese cariÒo y confianza.
DÈle otra vez la bienvenida a su hijo en el cÌrculo
familiar y no haga comentarios acerca del mal
comportamiento previo ni exija una disculpa por el
mismo.
- Dirija el castigo contra el mal comportamiento, no
contra la persona.
Evite los comentarios degradantes, tales como: "T™
nunca haces nada bien".
- No se sorprenda si, por un breve perÌodo, su hijo se
porta mal con mayor frecuencia una vez que usted haya
empezado a disciplinarlo en forma firme y regular.
Los niÒos que est·n fuera de control al principio tratan
de poner a prueba la determinaciÛn de los padres antes
de aceptar el nuevo sistema. Este perÌodo de prueba
generalmente dura 2 Û 3 dÌas.
GuÌas generales para el refuerzo positivo del comportamiento
deseado
La mayorÌa de los padres no proporcionan suficiente refuerzo
positivo, especialmente caricias y abrazos. No cuente con
el buen comportamiento de su hijo como un hecho. Cuando
nota que su hijo se comporta como usted quiere, elÛgielo
diciÈndole algo como "Me gusta la forma en que....", o
"Aprecio..." Al decir esto, acÈrquese a su hijo, mÌrelo,
sonrÌa y sea afectuosa. La recompensa favorita de casi
todos los niÒos es el afecto y la atenciÛn de los padres.
Hay dos clases de refuerzos positivos: sociales y
materiales. Los refuerzos positivos sociales, tales como el
elogio, deben ser utilizados cuando su hijo se comporta en
una forma deseada. Elogie el comportamiento, no elogie a la
persona. Algunos ejemplos son: compartir los juguetes,
tener buenos modales, llevar a cabo las tareas, jugar con
otros en buena armonÌa, tratar amablemente al bebÈ,
acariciar suavemente al perro o gato, ser tolerante en los
tratos con los dem·s, limpiar el cuarto o leer un libro. Su
hijo tambiÈn puede ser elogiado por tratar de hacer las
cosas, como por ejemplo tratar de usar la bacinica durante
el aprendizaje de la higiene personal o intentar algo
difÌcil, como armar un rompecabezas. Los elogios har·n que
su hijo quiera portarse bien m·s a menudo. Trate de
"sorprender" a su hijo cuando se est· portando bien, y haga
comentarios al respecto tres o m·s veces por cada vez que
tenga que disciplinarlo o criticarlo.
Los refuerzos positivos materiales generalmente son dulces,
galletas de animalitos, dinero o tiempo para video-juegos.
Utilice los refuerzos materiales como incentivos para
aumentar la frecuencia de la conducta responsable. Estos
refuerzos pueden ser ™tiles para vencer la resistencia
cuando los niÒos se obstinan en su comportamiento
conflictivo (por ejemplo, mojarse o ensuciarse los
pantalones). Los refuerzos materiales sÛlo deben ser
utilizados para un problema de comportamiento por vez, y
cuando el elogio no haya dado buenos resultados por sÌ solo.
Los refuerzos materiales deben ser eliminados gradualmente y
reemplazados cuanto antes con refuerzos naturales
(sociales).
Llame a su mÈdico durante el horario normal si:
- El mal comportamiento de su hijo es peligroso.
- Los casos de mal comportamiento son demasiado numerosos.
- Su hijo tambiÈn est· teniendo problemas de conducta en la
escuela.
- Su hijo no parece tener muchas buenas cualidades.
- Su hijo parece estar deprimido.
- Los padres no pueden ponerse de acuerdo sobre la
disciplina.
- Usted no puede abandonar el castigo fÌsico (Nota: Llame
inmediatamente si teme poder lastimar a su hijo).
- El mal comportamiento no mejora despuÈs de 1 mes de
adoptar este enfoque.
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