Clinical Reference Systems: Pediatric Advisor 10.0
English version
Divorcio: Su Impacto Sobre Los Hijos
(Divorce: Its Impact on Children)
CÛmo ayudar a su hijo a enfrontar el problema del divorcio
Cada aÒo, m·s de 1 millÛn de niÒos son afectados por el
divorcio de sus padres. Nuestro principal objetivo debe ser
minimizar el daÒo emocional causado a estos niÒos. La forma
principal de lograr esto es ayudar a los hijos a mantener
una relaciÛn estrecha y segura con ambos padres.
DÌgale a su hijo sobre la separaciÛn o el divorcio antes de
que uno de los padres se vaya de la casa. De preferencia,
deben estar presentes los padres y todos sus hijos.
Las siguientes recomendaciones pueden ayudar a sus niÒos:
- Asegure repetidamente a sus hijos que ambos padres les
quieren.
Acl·reles que aunque ustedes --los padres-- estÈn
descontentos el uno con el otro y tengan discrepancias
en muchas cosas, lo ™nico en que ambos est·n totalmente
de acuerdo es en lo mucho que quieren a sus hijos.
DemuÈstreles este cariÒo pasando tiempo con ellos. Los
niÒos de edad preescolar especialmente necesitan muchos
mimos de ambos padres, pero no inicie malos h·bitos como
dejar que su hijo duerma con usted.
- Mantenga constantes tantos aspectos del mundo de su
hijo como sea posible.
Entre menos sean los cambios, mejor podr· manejar su
hijo la crisis del divorcio. Trate de mantener a su
hijo en la misma casa o el mismo vecindario. Si esto es
imposible, trate por lo menos de mantener a su hijo en
la misma escuela con los mismos maestros, amigos y
equipos deportivos, aunque sÛlo sea en forma temporal.
Aseg™rele repetidamente que aunque su nivel de vida
disminuir· un poco, usted continuar· satisfaciendo las
necesidades b·sicas de la vida (es decir, alimento, ropa
y casa).
- Tranquilice a su hijo asegur·ndole que ser· visitado por
el padre que no tiene custodia de Èl.
Su hijo necesita al padre y a la madre. El divorcio
causa confusiÛn en los niÒos pequeÒos y les hace temer
que uno de los padres los abandone. Los niÒos necesitan
saber que tendr·n contacto constante tanto con el padre
como con la madre.
Programe las visitas de acuerdo a un plan definido y
fijo. El padre que tenga custodia del niÒo debe apoyar
firmemente el programa de visitas. Un dÌa completo cada
semana o cada dos semanas generalmente es preferible a
las visitas breves, m·s frecuentes (y apresuradas).
Trate de no hacer demasiado en un dÌa. Si hay m·s de un
hijo, todos deben pasar la misma cantidad de tiempo con
el padre que no tenga custodia para evitar los
sentimientos de favoritismo. Su hijo esperar·
impacientemente las visitas, de modo que el padre
visitante debe cumplir sus promesas, ser puntual y
recordar los cumpleaÒos y otros eventos especiales.
Ambos padres deben esforzarse para hacer que estas
visitas resulten agradables. Permita que su hijo le
diga que la pasÛ bien durante la visita con su ex
cÛnyuge.
ProporciÛneles a sus hijos el n™mero telefÛnico del
padre que no tenga custodia y haga que lo llamen a
intervalos regulares. Si el padre que no tiene custodia
se ha mudado a una ciudad lejana, las llamadas
telefÛnicas y las cartas se vuelven indispensables para
mantener una relaciÛn constante.
- Si el padre que no tiene custodia deja de colaborar,
encuentre substitutos.
Pida a sus parientes o a voluntarios de programas tales
como Hermano Mayor o Hermana Mayor que pasen m·s tiempo
con su hijo o hija. ExplÌquele a su niÒo: "Tu pap· (o
tu mam·) no puede visitarte por ahora. Tiene muchos
problemas que est· tratando de resolver. En este
momento no podemos hacer nada para cambiar esa
situaciÛn". Ay™dele a su hijo a expresar su frustraciÛn
y su sentimiento de pÈrdida. Si su hijo es adolescente,
el hecho de escribir o llamar al padre o madre ausente
tal vez podrÌa hacer que Èste o Èsta vuelva a colaborar.
- Ay™dele a su hijo a hablar de sus sentimientos
dolorosos.
Cuando tienen lugar la separaciÛn y el divorcio de los
padres, muchos niÒos experimentan ansiedad, depresiÛn e
ira. Frecuentemente est·n a punto de llorar, duermen
mal, tienen dolor de estÛmago o no obtienen muy buenos
resultados en la escuela. Para ayudarles a superar
estos sentimientos dolorosos, aliÈntelos a hablar de
ellos y respÛndales con comprensiÛn y apoyo. Un grupo
de discusiÛn del divorcio en la escuela puede ayudar a
que los niÒos se sientan menos aislados y menos
avergonzados.
Su hijo necesita tiempo suficiente para sufrir la
pÈrdida de usted y su cÛnyuge como padres unidos.
Permita que se expresen abiertamente los sentimientos y
responda con honestidad a las preguntas de su hijo. Si
la ira se convierte en una conducta destructiva, deber·n
imponerse lÌmites mientras, al mismo tiempo, usted ayuda
a que su hijo exprese su ira.
- Aseg™rese de que sus hijos entienden que ellos no son
responsables del divorcio.
A menudo los hijos se sienten culpables, creyendo que de
alg™n modo ellos causaron el divorcio. Sus hijos
necesitan que usted les asegure repetidamente que de
ning™n modo ellos fueron la causa del divorcio.
- Explique claramente que el divorcio es definitivo.
Algunos hijos persisten en la esperanza de que puedan
volver a unir de alg™n modo a sus padres, y hacen como
si la separaciÛn fuera temporal. Aclararles a los hijos
que el divorcio es definitivo puede ayudarles a que
lamenten su pÈrdida y lleguen a adaptarse mejor a la
situaciÛn, aceptando la realidad del divorcio.
- Trate de proteger las opiniones positivas que su hijo
tenga de ambos padres.
Trate de mencionar los puntos buenos del padre o la
madre ausente. No exprese demasiado abiertamente los
sentimientos negativos que usted tenga hacia su ex
cÛnyuge. (Usted debe desahogar estos sentimientos con
otro adulto, no con sus hijos.) DesdeÒar o desacreditar
al padre o la madre ausente en presencia de su hijo
puede disminuir la opiniÛn que Èl tiene de sÌ mismo y
crear m·s stress.
No le pida a su hijo que tome partido. Un niÒo no tiene
que sentir lealtad sÛlo hacia uno de los padres. Su
hijo debe poder amarlos a ustedes dos, aunque ustedes ya
no se amen el uno al otro.
- Mantenga la disciplina normal en ambas casas.
Los niÒos necesitan ser criados con reglas pr·cticas
firmes y coherentes. La indulgencia exagerada o la
tolerancia excesiva por parte de uno de los padres puede
hacer que el otro tenga m·s dificultad en lograr que el
hijo se porte bien. La competencia constante por el
amor de un hijo mediante privilegios o regalos
especiales produce un niÒo excesivamente mimado. Las
reglas b·sicas generales acerca de la disciplina deber·n
ser establecidas por el padre que tenga custodia del
niÒo.
- No discuta con su ex cÛnyuge acerca de su hijo en
presencia de Èste.
A los hijos les molesta muchÌsimo ver pelear a los
padres. Es de suma importancia que usted evite todas
las discusiones acerca de las visitas, la custodia o la
manutenciÛn del niÒo en presencia de Èste.
- Trate de evitar las disputas por la custodia.
Su hijo necesita muchÌsimo un sentido de estabilidad.
OpÛngase a la custodia concedida al otro padre sÛlo si
Èste le est· causando daÒo obvio o sufrimiento repetido
a su hijo. Las acusaciones falsas de abuso fÌsico o
sexual producen gran angustia emocional al hijo. Si es
posible, no separen a los hermanos a menos que sean
adolescentes y expresen una clara preferencia por vivir
en diferentes lugares.
- Los libros pueden proporcionar reafirmaciÛn y apoyo.
Su hijo puede leer acerca de otros niÒos de padres
divorciados que se sienten tristes y asustados pero, sin
embargo, finalmente se vuelven m·s fuertes. (Vea la
lista de lecturas bajo "Lecturas Recomendadas").
Llame a su mÈdico durante el horario normal si:
- Su hijo tiene sÌntomas que interfieren con el trabajo
escolar, la alimentaciÛn o el sueÒo, durante m·s de dos
semanas.
- Usted considera que su hijo est· deprimido.
- Su hijo tiene algunos sÌntomas fÌsicos, causados por el
divorcio, que han durado m·s de 6 meses.
- El niÒo sigue creyendo que los padres volver·n a estar
juntos, aunque ya ha pasado m·s de un aÒo despuÈs del
divorcio.
- Usted considera que el otro padre est· perjudicando a su
hijo.
- Su hijo se niega recibir las visitas del padre que no
tiene custodia.
|