Clinical Reference Systems: Pediatric Advisor 10.0
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Problemas con la Tarea (Homework Problems)
DescripciÛn
- Su rendimiento en la escuela est· por debajo de su
potencial.
- Tiene inteligencia promedio o mejor, sin impedimentos de
aprendizaje.
- No termina su trabajo escolar o su tarea.
- "Se le olvida" traer tarea a casa.
- "Se le olvida", pierde o no entrega la tarea terminada.
- "No recuerda" lo que sus padres le han enseÒado.
- Saca malas calificaciones.
- No quiere ayuda alguna.
Origenes
Algunos niÒos adquieren malos h·bitos con su tarea porque se
ocupan con los programas de televisiÛn o los juegos de
video. Algunos niÒos de secundaria se distraen a causa de
sus hormonas o los deportes. A otros niÒos que les parece
difÌcil el trabajo escolar simplemente preferirÌan jugar.
Si los padres ayudan a estos niÒos a recortar otras
actividades a medidas razonables y pueden contar con el
maestro para calificar los esfuerzos del niÒo en su trabajo
escolar y tarea, la mayorÌa de estos niÒos mejorar·n. La
motivaciÛn para sacar buenas calificaciones con el tiempo
procede del deseo de complacer a su maestro y ser admirado
por sus compaÒeros, disfrutar de aprender cosas, la
capacidad de ver el estudio como un camino hacia una carrera
a futuro, saber que necesita un promedio de calificaciÛn de
3 puntos para entrar a la universidad y su propio
auto-reproche cuando no logra sus metas.
Cuando los padres responden exageradamente a este
comportamiento y ejercen presiÛn para un mejor rendimiento,
pueden empezar una lucha de poder que gira alrededor del
trabajo escolar. "Los olvidos" se convierten en un juego.
El niÒo ve la presiÛn de los padres como una amenaza para su
independencia. A mayor presiÛn, mayor resistencia. Las
bajas calificaciones se convierten en la mejor manera del
niÒo para probar que es independiente de sus padres y no se
le puede presionar. Una buena prueba de esto es que el niÒo
responde menos en las ·reas donde recibe la mayor ayuda. Si
la interferencia de los padres con el trabajo escolar del
niÒo se prolonga por varios aÒos, el niÒo se convierte en
una persona "de bajo rendimiento" escolar.
Como Ayudar a su Hijo a Volver a Responsabilizarse del
Trabajo Escolar
- QuÌtese de en medio en lo que respecta a la tarea.
Aclare que terminar y entregar la tarea es entre su hijo
y la maestra. Recuerde que el objetivo de la tarea es
enseÒar a su hijo a trabajar por su cuenta. No pregunte
a su hijo si tiene tarea. No le ayude con la tarea a
menos que su hijo se lo solicite. Permita que la
escuela aplique las consecuencias naturales por
rendimiento deficiente. AlÈjese de las luchas de poder.
Su hijo puede aprender la lecciÛn de ser responsable por
el trabajo escolar solamente a travÈs de la experiencia
personal. De ser posible, disc™lpese con su jovencito,
diciÈndole, por ejemplo, "DespuÈs de pensarlo, hemos
decidido que ya tienes edad suficiente para manejar tus
propios asuntos. La tarea es asunto tuyo y trataremos
de mantenernos al margen. Confiamos en que har·s lo que
sea mejor para ti".
El resultado de este enfoque tipo "hundirse o nadar" es
que dejar· de haber discusiones, pero el trabajo escolar
de su hijo puede empeorar temporalmente. Su hijo puede
no hacer caso de la precauciÛn para ver si realmente
quieren decir lo que han dicho. Este plazo de no hacer
nada sino esperar a que su hijo encuentre su propia
razÛn para salir bien en la escuela puede representar
una agonÌa. Sin embargo, los niÒos necesitan aprender
de sus errores. Si usted puede evitar "rescatar" a su
hijo, sus calificaciones mostrar·n un aumento notorio en
el transcurso de 2 a 9 meses. Este retiro planificado
de presiÛn de los padres se realiza mejor en los
primeros aÒos, cuando las calificaciones tienen mÌnima
importancia pero el desarrollo de la razÛn personal del
niÒo para aprender es fundamental.
- Evite los recordatorios sobre el trabajo escolar.
Recordarle repetidamente a su hijo sobre el trabajo
escolar promueve la rebeldÌa. Igualmente las crÌticas,
los sermones y las amenazas a su hijo. La presiÛn es
distinta del interÈs y estÌmulo de los padres. Si la
presiÛn funciona en alguna medida, es sÛlo
temporalmente. Nunca podemos obligar a los niÒos a
aprender o a ser productivos. El aprendizaje es un
proceso de autorealizaciÛn. Es un campo que le
pertenece a la niÒo y del que nosotros como padres
debemos tratar de mantenernos al margen, a pesar de
nuestros deseos para el triunfo de nuestro hijo.
- Coordine su plan con el del maestro de su hijo.
Programe una reuniÛn padres-maestros. Platique sus
puntos de vista sobre la responsabilidad del trabajo
escolar y la tarea. DÌgale a la maestra de su hijo que
quiere que su hijo sea responsable ante la maestra por
la tarea. Aclare que usted preferirÌa no revisar o
corregir el trabajo porque esto no le ha servido en el
pasado. DÌgales que quiere apoyar a la escuela y podrÌa
hacer esto mejor si la maestra enviara a casa un breve
informe semanal de progreso. Si el maestro piensa que
su jovencito necesita ayuda adicional, anÌmelo a que
sugiera un programa de tutorÌa. En secundaria, la
tutorÌa de los compaÒeros frecuentemente es un motivador
poderoso.
- Limite la televisiÛn hasta que mejore el trabajo
escolar.
Aun cuando no puede hacer estudiar a su hijo, puede
aumentar el tiempo potencial de estudio. Elimine todo
el tiempo de televisiÛn y juegos de video de las noches
entre semana. Explique a su hijo que estos privilegios
le ser·n devueltos despuÈs de que el informe semanal de
la maestra confirme que se entregÛ toda la tarea y la
calidad general del trabajo (o las calificaciones) est·n
mejorando. ExplÌquele que est· haciendo esto para
ayudarle a organizar mejor su tiempo.
- Considere aÒadir incentivos por el trabajo escolar
mejorado.
La mayorÌa de los niÒos responden mejor a los incentivos
que a los desincentivos. Pregunte a su jovencito quÈ
piensa que podrÌa ayudar. Algunos buenos incentivos son
llevar a su hijo a un restaurante favorito, parque de
diversiones, juegos de video, evento deportivo, o al
cine. Algunas veces su hijo se interesar· por trabajar
mucho en sus estudios para ganarse "dinero para gastar".
Los pagos pueden hacerse semanalmente seg™n los informes
de progreso de la maestra. Se asigna un valor en
efectivo distinto a las As, las Bs y las Cs. Lo que su
hijo compre con este dinero debe ser asunto suyo (por
ejemplo, m™sica y juguetes). El mercado laboral de los
adultos funciona premiando el trabajo duro.
- Considere quitar otros privilegios por atrasarse en el
trabajo escolar.
Usted ya ha eliminado el hecho de ver la tele en las
noches de dÌas escolares porque evidentemente interfiere
con los estudios. Si los informes de la escuela siguen
siendo deficientes, tal vez necesite eliminar todo el
tiempo de tele y juegos de video. Otros privilegios que
tal vez necesite limitar temporalmente ser·n los que le
importan a su hijo (por ejemplo, el telÈfono, la
bicicleta, los juegos al aire libre, o las visitas de
amigos). Si su adolescente maneja coche, este
privilegio posiblemente necesite limitarse hasta que sus
calificaciones sean por lo menos un promedio de 3 puntos
(B). Para los jovencitos que se han atrasado en su
trabajo, el castigo con restricciones (es decir, nada de
comunicaciÛn con sus compaÒeros) durante 1 a 2 semanas
podr· ser necesario hasta que se pongan al corriente.
Sin embargo, evite los castigos fuertes porque su hijo
quedar· enojado y resentido. El hecho de cancelarle
algo importante (como la membresÌa en los Scouts o un
equipo de atletismo) o quitarle algo que quiere (como
una mascota) por causa de las malas calificaciones es
injusto e ineficaz. Ser parte de un equipo tambiÈn es
bueno para la motivaciÛn.
Llame a la Maestra de su Hijo para Tener Una Reunion Si:
- El trabajo escolar y las calificaciones de su hijo no
mejoran en el transcurso de 2 meses.
- La tarea sigue siendo un pendiente entre usted y su hijo
despuÈs de 2 meses.
- Usted piensa que su hijo tiene un problema de aprendizaje
que hace difÌcil la escuela.
Llame al MÈdico de su Hijo Si:
- Usted piensa que su hijo est· preocupado por algunas
tensiones en su vida.
- Usted piensa que su hijo est· deprimido.
- Usted tiene otras preguntas o inquietudes.
NOTA: Si estos intentos por motivar a su hijo fracasan, es
posible que necesite una evaluaciÛn realizada por un
psicÛlogo o psiquiatra infantil.
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