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Clinical Reference Systems: Pediatric Advisor 10.0
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RABIETAS
(Temper Tantrums)

DefiniciÛn

Una rabieta o berrinche es una forma inmadura de expresar ira o enojo. Aunque usted tenga un car·cter muy dulce y sereno, su hijo probablemente tendr· algunas rabietas. Trate de enseÒarle que las rabietas no dan resultado, y que no le har·n cambiar de opiniÛn a usted. Para los 3 aÒos de edad, puede empezar a enseÒarle a su hijo a expresar sus sentimientos con palabras ("Est·s enojado porque..."). Debemos enseÒar a los niÒos que el enojo es normal, pero que debe ser manifestado en la forma apropiada. Cuando los niÒos llegan a la edad escolar, las rabietas deben ser raras. En la adolescencia, puede recordarle a su hijo que explotar produce una mala impresiÛn y que contar hasta 10 puede ayudarle a recuperar el control.

Respuestas a las rabietas

En general, elogie a su hijo cuando logra dominarse, cuando expresa su enojo con palabras y se muestra dispuesto a cooperar. Sea un buen ejemplo para Èl manteniendo la calma, sin gritar ni tener rabietas de adulto. Evite pegarle, porque esto le sugiere a su hijo que usted ha perdido el control. Trate de usar las siguientes respuestas a los diferentes tipos de rabietas:

  1. Apoye y estimule al niÒo que tiene rabietas por frustraciÛn o fatiga.

    A menudo, los niÒos tienen rabietas cuando se sienten frustrados consigo mismos. Pueden estar frustrados porque no consiguen armar algo. Los niÒos pequeÒos pueden estar frustrados porque sus padres no entienden lo que ellos dicen. Los niÒos mayores pueden estar frustrados a causa de su incapacidad para hacer su tarea escolar.

    En estas ocasiones, su hijo necesita estÌmulo y un padre que lo escuche. Con un brazo apoyado sobre sus hombros, dÌgale algo que demuestre comprensiÛn, tal como: "SÈ que es difÌcil, pero vas a mejorar. øPuedo hacer algo para ayudarte?" ElÛgiele tambiÈn por no darse por vencido. Algunas de estas rabietas pueden ser prevenidas haciendo que su hijo se concentre en cosas que puede hacer bien.

    Los niÒos tienden a tener m·s rabietas cuando est·n cansados (por ejemplo, cuando no han dormido la siesta), porque son menos capaces de hacer frente a las situaciones frustrantes. En estas ocasiones, haga que su hijo se acueste. El hambre puede contribuir a las rabietas. Si sospecha esto, dÈle un bocadillo. Las rabietas tambiÈn aumentan durante una enfermedad.

  2. No haga caso a las rabietas motivadas por el deseo de llamar la atenciÛn o exigir algo.

    Los niÒos pequeÒos pueden tener rabietas para salirse con la suya. Tal vez quieran salir con usted, en vez de quedarse con la niÒera (babysitter), quieran un dulce, quieran vaciar la gaveta de un mueble o quieran salir a jugar afuera cuando hay mal tiempo. En las rabietas para llamar la atenciÛn el niÒo puede gemir, llorar, golpear el piso o la puerta, cerrar una puerta con violencia, o contener la respiraciÛn. Mientras su hijo permanezca en un solo lugar y su comportamiento no sea destructivo, usted puede dejarlo tranquilo.

    Si usted reconoce que un evento en particular va a hacer que su hijo pierda los estribos, trate de desviar su atenciÛn hacia alguna otra cosa. Sin embargo, no ceda ante las demandas de su hijo. Durante la rabieta, si el comportamiento del niÒo es inofensivo, ignÛrelo por completo. Una vez que ha empezado, una rabieta rara vez puede ser interrumpida. AlÈjese, incluso yendo a otro cuarto para que el niÒo ya no tenga quien le escuche. No trate de razonar con su hijo. Simplemente dÌgale: "Veo que est·s muy enojado. Te dejarÈ solo hasta que te calmes. Hazme saber si quieres hablar". Deje que el niÒo recupere el control. DespuÈs de la rabieta, asuma una actitud amistosa y trate de normalizar las cosas. Usted puede prevenir algunas de estas rabietas diciendo "No" con menos frecuencia.

  3. Mueva fÌsicamente al niÒo que tiene una rabieta porque no quiere o evita hacer algo.

    Si su hijo se niega a hacer algo sin importancia (tal como tomar un bocadillo o descansar en la cama), deje pasar este comportamiento antes de que empiece una rabieta. Sin embargo, si su hijo debe hacer algo importante, tal como acostarse a dormir o ir a la guarderÌa, usted no debe dejar que la rabieta le permita evitar eso.

    Algunas de estas rabietas pueden ser prevenidas d·ndole a su hijo una advertencia con 5 minutos de anticipaciÛn, en vez de pedirle de repente que deje inmediatamente de hacer lo que est· haciendo. Una vez que la rabieta ha empezado, deje que su hijo siga con ella durante 2 Û 3 minutos. Trate de expresar con palabras el descontento del niÒo: "T™ quieres seguir jugando, pero es hora de dormir". Luego, llÈvelo a donde tiene que ir (por ejemplo, a la cama), ayud·ndole tanto como sea necesario (incluso llev·ndolo en brazos).

  4. Para las rabietas de tipo perturbador o destructivo, utilice suspensiones temporales.

    Algunas veces las rabietas son demasiado perturbadoras o agresivas para que los padres las pasen por alto. En esas ocasiones, mande o lleve al niÒo a su cuarto para que permanezca allÌ durante 2 a 5 minutos. Algunos ejemplos de comportamiento perturbador son los siguientes:

    • El niÒo se cuelga de usted o le sigue de un lado a otro durante la rabieta.
    • Su hijo le golpea a usted.
    • Su hijo llora y grita durante tanto tiempo que usted se siente exasperada.
    • El niÒo tiene una rabieta en un lugar p™blico, tal como un restaurante o la iglesia. (Lleve al niÒo a otro sitio para su suspensiÛn temporal. Los derechos de las dem·s personas deben ser protegidos.)
    • Su hijo arroja alg™n objeto o causa daÒos materiales durante la rabieta.

  5. Sujete al niÒo cuando tenga rabietas en las que podrÌa causar daÒo o lastimarse.

    Si su hijo ha perdido totalmente el control y grita desatinadamente, usted podrÌa sujetarlo. Perder el control probablemente atemoriza al niÒo. SujÈtelo tambiÈn cuando tenga rabietas durante las cuales podrÌa lastimarse (como cuando se arroja violentamente hacia atr·s).

    Tome al niÒo en sus brazos, dÌgale que usted sabe que est· enojado y muÈstrele, con su ejemplo, la manera de dominarse. TÈngalo en brazos hasta sentir que empieza a relajarse. Esto generalmente requiere de 1 a 3 minutos. Luego, suÈltelo. Esta respuesta reconfortante raras veces es necesaria despuÈs de los 3 aÒos de edad.

    Algunos niÒos no quieren ser consolados. Tome a su hijo en brazos solamente si esto sirve de algo. Si el niÒo le dice "Vete", alÈjese. DespuÈs que pasa la rabieta, a menudo el niÒo querr· que se lo tenga brevemente en brazos. Esta es una buena manera de reincorporarlo a las actividades de la familia.

Llame a su mÈdico durante el horario normal si:

  • Su hijo se lastima o lastima a otros durante sus rabietas.
  • Las rabietas ocurren cinco o m·s veces al dÌa.
  • Las rabietas ocurren tambiÈn en la escuela.
  • Su hijo tiene varios otros problemas de comportamiento.
  • Uno de los padres tiene episodios de rabietas o gritos y no los puede detener.
  • Este enfoque no produce una mejorÌa durante 2 semanas.
  • Usted tiene otras preguntas o inquietudes.

Escrito por B.D. Schmitt, M.D., autor de "Your Child's Health", Bantam Books.
Copyright 1999 Clinical Reference Systems