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TELEVISION: COMO REDUCIR SU IMPACTO NEGATIVO
(Television: Reducing the Negative Impact)

La televisiÛn tiene una influencia enorme sobre la forma en que los niÒos ven nuestro mundo. Desde que nacen hasta los 18 aÒos de edad, los niÒos pasan m·s horas viendo la televisiÛn que en la escuela. Entre los aspectos positivos de ver la televisiÛn est·n el contemplar otros estilos de vida y otras culturas. En la actualidad, los niÒos entran a la escuela sabiendo m·s que los niÒos anteriores a la era de la TV. Adem·s, la televisiÛn tiene un gran poder de entretenimiento. Aunque la televisiÛn puede ser un buen maestro, muchos niÒos pasan demasiado tiempo frente al televisor, y por lo tanto experimentan algunas de las consecuencias negativas descritas a continuaciÛn.

Aspectos nocivos de la televisiÛn

  1. La televisiÛn desplaza los tipos activos de recreaciÛn.

    TambiÈn disminuye el tiempo dedicado a jugar con otros niÒos. Un niÒo tiene menos tiempo para usar su imaginaciÛn y para pensar. Ver la TV le deja menos tiempo para participar en los deportes, para la m™sica, el arte y para otras actividades que requieren pr·ctica por parte del niÒo para poder adquirir suficiente habilidad en ellas.

  2. La televisiÛn disminuye el tiempo disponible para la conversaciÛn y el intercambio de opiniones.

    Reduce las interacciones sociales con la familia y las amistades.

  3. La televisiÛn reprime la inclinaciÛn a la lectura.

    Para leer se necesita pensar mucho m·s que para mirar televisiÛn. La lectura mejora el vocabulario de un niÒo. La baja en las calificaciones de lectura puede estar relacionada con el tiempo excesivo pasado frente al televisor.

  4. Pasar demasiado tiempo viendo la televisiÛn (m·s de 4 horas al dÌa) decididamente disminuye el rendimiento escolar.

    Este exceso de televisiÛn interfiere con el estudio, la lectura y el tiempo para pensar. Si los niÒos no duermen lo suficiente porque est·n viendo la televisiÛn, al dÌa siguiente no estar·n suficientemente atentos para poder aprender bien.

  5. La televisiÛn reduce la voluntad de hacer ejercicios.

    Un estilo de vida inactivo resulta en una mala aptitud fÌsica. Si a esto se acompaÒa un consumo frecuente de bocadillos, el h·bito exagerado de ver la televisiÛn puede contribuir a crear problemas de aumento excesivo de peso corporal.

  6. La publicidad en la televisiÛn fomenta la demanda de posesiones materiales.

    Los niÒos pequeÒos presionar·n a los padres para que les compren los juguetes que ven anunciados. La televisiÛn presenta el materialismo como "el estilo de vida norteamericano".

  7. La violencia en la televisiÛn puede afectar la forma en que un niÒo piensa acerca de la vida y de otras personas.

    El hecho de observar violencia excesiva puede hacer que un niÒo se vuelva muy temeroso acerca de su seguridad personal y del futuro. La violencia en la televisiÛn puede embotar la compasiÛn que un niÒo normalmente siente hacia las vÌctimas. DespuÈs de ver programas televisivos violentos, los niÒos pequeÒos pueden ser m·s agresivos en sus juegos. Aunque la violencia en la televisiÛn no aumenta el comportamiento agresivo hacia otras personas en la mayorÌa de los niÒos, puede hacerlo en los niÒos perturbados o impulsivos.

PrevenciÛn de la adicciÛn a la TV

  1. Fomente la recreaciÛn activa.

    Trate de que su hijo se interese en los deportes, los juegos, los pasatiempos y la m™sica. De cuando en cuando, apague la televisiÛn y salga a caminar o juegue con su hijo.

  2. LÈales a sus hijos.

    Comience a leer a sus hijos desde que tengan 1 aÒo de edad y anÌmelos a que lean por su cuenta cuando crezcan. Algunos padres permiten un tiempo de TV o video juegos equivalente al que pasan leyendo. Ay™deles a mejorar sus aptitudes para conversar, pasando m·s tiempo conversando con ellos.

  3. Limite el tiempo para ver la televisiÛn a 2 horas al dÌa o menos.

    Una alternativa es limitar la televisiÛn a 1 hora las noches de los dÌas de escuela y a 2 Û 3 horas al dÌa los fines de semana. Puede permitirles m·s tiempo cuando haya alg™n programa educativo especial.

  4. No use la televisiÛn como distracciÛn o como niÒera en los niÒos de edad preescolar.

    La televisiÛn para los niÒos de edad preescolar debe estar limitada a programas especiales producidos para niÒos pequeÒos. Como la diferencia entre la fantasÌa y la realidad en esta edad no es clara, los programas regulares de TV pueden provocar miedos.

  5. Si el niÒo tiene mal desempeÒo en la escuela, limite el tiempo de TV a media hora al dÌa.

    Establezca la regla de que el niÒo debe terminar primero la tarea y sus obligaciones antes de ver televisiÛn. Si el programa favorito del niÒo se transmite antes de terminar la tarea, considere grabarle el programa para que lo vea m·s tarde.

  6. Establezca la hora de dormir sin que se altere por alg™n programa de TV que pueda interesar a su hijo.

    Los niÒos a quienes se les permite estar despiertos hasta tarde viendo televisiÛn normalmente est·n muy cansados al siguiente dÌa para recordar lo que se les enseÒa en la escuela. De ninguna manera permita que su hijo tenga un televisor en su habitaciÛn, porque esto limita el control que usted tiene sobre el tiempo que Èl pasa viendo televisiÛn.

  7. Apague la televisiÛn durante las comidas.

    El tiempo de la familia es demasiado valioso para desperdiciarlo en programas de televisiÛn. Adem·s, no use siempre la televisiÛn como m™sica de fondo en su casa. Si no le gusta una casa en silencio, intente escuchar m™sica sin letra.

  8. EnsÈÒele a elegir los programas con discernimiento.

    Encienda la televisiÛn solamente para ver programas especÌficos. No la encienda al azar para luego buscar alg™n programa interesante. EnsÈÒele a su hijo a consultar la guÌa de programaciÛn antes de encender la televisiÛn.

  9. EnsÈÒele a su hijo a apagar la televisiÛn cuando termine un programa.

    Si la televisiÛn permanece encendida, su hijo probablemente se interesar· en el programa siguiente y entonces le resultar· m·s difÌcil despegarse de la televisiÛn.

  10. Estimule a su hijo para que vea programas educativos o que enseÒen los valores humanos.

    Estim™lelo para que vea documentales o dramas de la vida real. Use los programas acerca del amor, el sexo, las disputas familiares, el alcoholismo y las drogas como una forma de iniciar las discusiones familiares sobre estos temas difÌciles.

  11. Prohiba los programas violentos.

    Esto significa que usted debe saber lo que su hijo est· viendo y debe apagar el televisor si a usted no le parece que el programa es bueno.

    Haga listas por separado de los programas que son adecuados para que los vean los niÒos pequeÒos y para los niÒos m·s grandes. Haga responsables a los niÒos m·s grandes de mantener a los m·s pequeÒos fuera del cuarto de TV cuando ellos vean programas no permitidos para los m·s pequeÒos. Si no lo cumplen, el programa se debe apagar.

    La disponibilidad de la televisiÛn por cable y de los videocasetes significa que cualquier niÒo de cualquier edad tiene acceso a las versiones sin cortes de las pelÌculas para adultos. Muchos niÒos menores de 13 aÒos llegan a tener temores durante el dÌa y pesadillas porque se les permitiÛ ver esa clase de pelÌculas.

  12. Si permite que su hijo vea programas que muestran violencia, h·blele sobre las consecuencias de la violencia.

    SeÒ·lele la forma en que la violencia perjudica a la vÌctima y a la familia de la vÌctima. Si su hijo est· perturbado por un programa que ha visto, aseg™rese de hablar sobre el mismo con el niÒo.

  13. Discuta los anuncios publicitarios con sus hijos.

    Ay™deles a identificar los anuncios con alto grado de presiÛn para impulsar las ventas y las aseveraciones exageradas. Si su hijo quiere un juguete basado en un personaje de la televisiÛn, preg™ntele cÛmo lo va a usar en casa. (La respuesta probablemente le convencer· que el juguete servir· para hacer crecer la colecciÛn m·s que para convertirse en un catalizador para el juego activo.)

  14. Explique las diferencias entre la realidad y la fantasÌa.

    Este tipo de clarificaciÛn puede ayudar a que su hijo disfrute de un programa y, sin embargo, comprenda que lo que est· sucediendo en la TV podrÌa no pasar en la vida real.

  15. Ponga el ejemplo.

    Si usted pasa mucho tiempo viendo la televisiÛn, puede tener la seguridad de que su hijo har· lo mismo. Adem·s, el tipo de programas que usted vea envÌan un mensaje muy claro a su hijo.


Escrito por B.D. Schmitt, M.D., autor de "Your Child's Health", Bantam Books.
Copyright 1999 Clinical Reference Systems