Clinical Reference Systems: Pediatric Advisor 10.0
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TELEVISION: COMO REDUCIR SU IMPACTO NEGATIVO
(Television: Reducing the Negative Impact)
La televisiÛn tiene una influencia enorme sobre la forma en
que los niÒos ven nuestro mundo. Desde que nacen hasta los
18 aÒos de edad, los niÒos pasan m·s horas viendo la
televisiÛn que en la escuela. Entre los aspectos positivos
de ver la televisiÛn est·n el contemplar otros estilos de
vida y otras culturas. En la actualidad, los niÒos entran a
la escuela sabiendo m·s que los niÒos anteriores a la era de
la TV. Adem·s, la televisiÛn tiene un gran poder de
entretenimiento. Aunque la televisiÛn puede ser un buen
maestro, muchos niÒos pasan demasiado tiempo frente al
televisor, y por lo tanto experimentan algunas de las
consecuencias negativas descritas a continuaciÛn.
Aspectos nocivos de la televisiÛn
- La televisiÛn desplaza los tipos activos de recreaciÛn.
TambiÈn disminuye el tiempo dedicado a jugar con otros
niÒos. Un niÒo tiene menos tiempo para usar su
imaginaciÛn y para pensar. Ver la TV le deja menos
tiempo para participar en los deportes, para la m™sica,
el arte y para otras actividades que requieren pr·ctica
por parte del niÒo para poder adquirir suficiente
habilidad en ellas.
- La televisiÛn disminuye el tiempo disponible para la
conversaciÛn y el intercambio de opiniones.
Reduce las interacciones sociales con la familia y las
amistades.
- La televisiÛn reprime la inclinaciÛn a la lectura.
Para leer se necesita pensar mucho m·s que para mirar
televisiÛn. La lectura mejora el vocabulario de un
niÒo. La baja en las calificaciones de lectura puede
estar relacionada con el tiempo excesivo pasado frente
al televisor.
- Pasar demasiado tiempo viendo la televisiÛn (m·s de 4
horas al dÌa) decididamente disminuye el rendimiento
escolar.
Este exceso de televisiÛn interfiere con el estudio, la
lectura y el tiempo para pensar. Si los niÒos no
duermen lo suficiente porque est·n viendo la televisiÛn,
al dÌa siguiente no estar·n suficientemente atentos para
poder aprender bien.
- La televisiÛn reduce la voluntad de hacer ejercicios.
Un estilo de vida inactivo resulta en una mala aptitud
fÌsica. Si a esto se acompaÒa un consumo frecuente de
bocadillos, el h·bito exagerado de ver la televisiÛn
puede contribuir a crear problemas de aumento excesivo
de peso corporal.
- La publicidad en la televisiÛn fomenta la demanda de
posesiones materiales.
Los niÒos pequeÒos presionar·n a los padres para que les
compren los juguetes que ven anunciados. La televisiÛn
presenta el materialismo como "el estilo de vida
norteamericano".
- La violencia en la televisiÛn puede afectar la forma en
que un niÒo piensa acerca de la vida y de otras
personas.
El hecho de observar violencia excesiva puede hacer que
un niÒo se vuelva muy temeroso acerca de su seguridad
personal y del futuro. La violencia en la televisiÛn
puede embotar la compasiÛn que un niÒo normalmente
siente hacia las vÌctimas. DespuÈs de ver programas
televisivos violentos, los niÒos pequeÒos pueden ser m·s
agresivos en sus juegos. Aunque la violencia en la
televisiÛn no aumenta el comportamiento agresivo hacia
otras personas en la mayorÌa de los niÒos, puede hacerlo
en los niÒos perturbados o impulsivos.
PrevenciÛn de la adicciÛn a la TV
- Fomente la recreaciÛn activa.
Trate de que su hijo se interese en los deportes, los
juegos, los pasatiempos y la m™sica. De cuando en
cuando, apague la televisiÛn y salga a caminar o juegue
con su hijo.
- LÈales a sus hijos.
Comience a leer a sus hijos desde que tengan 1 aÒo de
edad y anÌmelos a que lean por su cuenta cuando crezcan.
Algunos padres permiten un tiempo de TV o video juegos
equivalente al que pasan leyendo. Ay™deles a mejorar sus
aptitudes para conversar, pasando m·s tiempo conversando
con ellos.
- Limite el tiempo para ver la televisiÛn a 2 horas al dÌa
o menos.
Una alternativa es limitar la televisiÛn a 1 hora las
noches de los dÌas de escuela y a 2 Û 3 horas al dÌa los
fines de semana. Puede permitirles m·s tiempo cuando
haya alg™n programa educativo especial.
- No use la televisiÛn como distracciÛn o como niÒera en
los niÒos de edad preescolar.
La televisiÛn para los niÒos de edad preescolar debe
estar limitada a programas especiales producidos para
niÒos pequeÒos. Como la diferencia entre la fantasÌa y
la realidad en esta edad no es clara, los programas
regulares de TV pueden provocar miedos.
- Si el niÒo tiene mal desempeÒo en la escuela, limite el
tiempo de TV a media hora al dÌa.
Establezca la regla de que el niÒo debe terminar primero
la tarea y sus obligaciones antes de ver televisiÛn. Si
el programa favorito del niÒo se transmite antes de
terminar la tarea, considere grabarle el programa para
que lo vea m·s tarde.
- Establezca la hora de dormir sin que se altere por alg™n
programa de TV que pueda interesar a su hijo.
Los niÒos a quienes se les permite estar despiertos
hasta tarde viendo televisiÛn normalmente est·n muy
cansados al siguiente dÌa para recordar lo que se les
enseÒa en la escuela. De ninguna manera permita que su
hijo tenga un televisor en su habitaciÛn, porque esto
limita el control que usted tiene sobre el tiempo que Èl
pasa viendo televisiÛn.
- Apague la televisiÛn durante las comidas.
El tiempo de la familia es demasiado valioso para
desperdiciarlo en programas de televisiÛn. Adem·s, no
use siempre la televisiÛn como m™sica de fondo en su
casa. Si no le gusta una casa en silencio, intente
escuchar m™sica sin letra.
- EnsÈÒele a elegir los programas con discernimiento.
Encienda la televisiÛn solamente para ver programas
especÌficos. No la encienda al azar para luego buscar
alg™n programa interesante. EnsÈÒele a su hijo a
consultar la guÌa de programaciÛn antes de encender la
televisiÛn.
- EnsÈÒele a su hijo a apagar la televisiÛn cuando termine
un programa.
Si la televisiÛn permanece encendida, su hijo
probablemente se interesar· en el programa siguiente y
entonces le resultar· m·s difÌcil despegarse de la
televisiÛn.
- Estimule a su hijo para que vea programas educativos o
que enseÒen los valores humanos.
Estim™lelo para que vea documentales o dramas de la vida
real. Use los programas acerca del amor, el sexo, las
disputas familiares, el alcoholismo y las drogas como
una forma de iniciar las discusiones familiares sobre
estos temas difÌciles.
- Prohiba los programas violentos.
Esto significa que usted debe saber lo que su hijo est·
viendo y debe apagar el televisor si a usted no le
parece que el programa es bueno.
Haga listas por separado de los programas que son
adecuados para que los vean los niÒos pequeÒos y para
los niÒos m·s grandes. Haga responsables a los niÒos m·s
grandes de mantener a los m·s pequeÒos fuera del cuarto
de TV cuando ellos vean programas no permitidos para los
m·s pequeÒos. Si no lo cumplen, el programa se debe
apagar.
La disponibilidad de la televisiÛn por cable y de los
videocasetes significa que cualquier niÒo de cualquier
edad tiene acceso a las versiones sin cortes de las
pelÌculas para adultos. Muchos niÒos menores de 13 aÒos
llegan a tener temores durante el dÌa y pesadillas
porque se les permitiÛ ver esa clase de pelÌculas.
- Si permite que su hijo vea programas que muestran
violencia, h·blele sobre las consecuencias de la
violencia.
SeÒ·lele la forma en que la violencia perjudica a la
vÌctima y a la familia de la vÌctima. Si su hijo est·
perturbado por un programa que ha visto, aseg™rese de
hablar sobre el mismo con el niÒo.
- Discuta los anuncios publicitarios con sus hijos.
Ay™deles a identificar los anuncios con alto grado de
presiÛn para impulsar las ventas y las aseveraciones
exageradas. Si su hijo quiere un juguete basado en un
personaje de la televisiÛn, preg™ntele cÛmo lo va a usar
en casa. (La respuesta probablemente le convencer· que
el juguete servir· para hacer crecer la colecciÛn m·s
que para convertirse en un catalizador para el juego
activo.)
- Explique las diferencias entre la realidad y la
fantasÌa.
Este tipo de clarificaciÛn puede ayudar a que su hijo
disfrute de un programa y, sin embargo, comprenda que lo
que est· sucediendo en la TV podrÌa no pasar en la vida
real.
- Ponga el ejemplo.
Si usted pasa mucho tiempo viendo la televisiÛn, puede
tener la seguridad de que su hijo har· lo mismo. Adem·s,
el tipo de programas que usted vea envÌan un mensaje muy
claro a su hijo.
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